martes, 3 de agosto de 2010

QUIT PRO QUO PERJUDICIAL

Escribe Alberto Vargas Peña

Los últimos días fuerron sorprendentes. De pronto apareció el pedido brasuileño al MERCOSUR para que el Paraguay reciba una buena cantidad de millones de dólares del FOCEM, para financiar la línea de 500 kV, que era uncompromisoasdoptadopor el rpesidnete Lula, pero eludido en el lapso anterior. Lula había prometido financiar la obra sin costo para el Paraguay, haciendo una maniobra de reemplazo de los puntos solicitados por el Paraguay, para reemplazarlos por la construcción de la línea. A pocos días de la promesa surgió que el Brasil no podría financiar la obra y que entonces se recurriría al FOCEM.

Ahora, martes dos de agosto, el Brasil solicitó y obtuvo del FOCEM, del que es el mayor contribuyente, que el Paraguay sea beneficiado con 680 millones de dólares para cubrir el gasto de la construcción,que se ha estimado en 500 millones. El resto servirá para pavimentar una carretera a Valle mí.

Cuando todo el mundo iba a aplaudir la vcictoria del gobierno,surgió que el Brasil y la Argentina plantearían en la reunión la aprobación de la eliminación del doble arancel, que protege a las Aduanas paraguayas y que el Paraguay se negaba, hacen seis años, a aprobar.
Y el Paraguay, sin información alguna, aprobó lo que ayer rechazaba por inconveniente.

El Ministerio de Ralaciones Exteriores ocultó lainformación de manera precisa. No se conoció nada, ni la razón del cambio ni que pasará con las Aduanas nacionales, ni que calculo de beneficios se hizo para realizar tal cambio. Los periodistas de inmediato especularon en que se trata de un quid pro quo, es decir ¨toma y daca¨ relacionado con la actitud brasileña de lo relacionado con la linea de 500 kV. Yo te doy si tu me das, la clásica jugada brasileña en sus relaciones con el Paraguay que han convertido a Itaipú en la piedra de un escándalo mayúsculo.

Acrece la idea del quid pro quo la conducta del ministerio de Relaciones Exteriores, que más que negociar parece traicionar.

El acuerdo sobre los aranceles es más impostante, a largo plazo, que la linea de 500 kV, que hubiera podido ser financiada exclusivamente por el Paraguay. La pérdida de la soberanía arancerlaria será extremadamente perjudicial y acabará con la independencia del país. Cuando la canilla esté en manos brasileñas sufriremos.

La traición ha vuelto a apoderarse del tema MERCOSUR y la energía electrica ha sufrido ahora un deterioro mortal. El Brasil podrá cerrar el flujo de las impostaciones paraguayas, impidiendo la llegada de mercaderías que no acepte. Todo lo demás es mentira y base de la traición.

Los paraguayos no han tenido la menor oportunidad de estudiar el tema ni analizar sus consecuencias; el Congreso fué dejado de lado olímpicamente. Y ahora, retroceder será imposible. Brasil dió con una mano y quitó con la otra, el doble.

Cuando a este gobierno se lo responsabilice en el futuro de las pérdidas, mirará para el costado, silbando entredientes. Una nueva traición ha sido llevada a cabo y nadie la explicará. Lugo y Lacognata serán los responsables, pero no sufrirán sanciones de ningún tipo. En el Paraguay moderno la traición no se castiga.

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