martes, 17 de agosto de 2010

SEGURIDAD, CERO.

Escribe Alberto Vargas Peña

El asalto a la Caballería, perpetrado por desconocidos enmascarados, ha dem ostrado en un solo episodio, lo quwe el país teme hoy: Hay seguridad cero.

Yo hice mi sericio militar en esa División, y entonces era inexpugnable. Retenes y puestos de guardia eran efectivos y no penetraba nadie. Nadie siquiera lo intentaba. La División era un organismo militar y se comportaba como tal. Nadie podía entrar ni salir sin permisos especiales de la autoridad competente. La guardia tenía instrucciones que se cumplían a rajatable. Las sanciones eran miltares. Y severas.l

Una persona que se atreviera a atropellar o eludiar la guardia, se arriesgaba incluso a perder la vida. Las guardias de cuartel eran implacables. Sin santo y seña no se podía pasar. El número de guardia detenía y comunicaba. El comandante de cuartel se enteraba al minuto de lo que ocurría Y tomasba la decisión que luego debía comunicar a sus superiores. Si faltaba un fusil, él era responsable.

Hoy, penetran en el cuertel y se llevan fusiles MI6 sin consecuenciass. No hay imputados, ni los comandantes han sufrido nada. ¿Que ha pasado? El país está dado vueltas y con los pretextos de todos conocidos, la Justicia no funciona y los maleantes son los dueños....Hasta de las unidades militares!

Caemos cada vez más bajo y el proceso continúa. El gobierno es el jefe del desastre. Rodea los hechos de discursos retóricos y posibilita qu4 sucedan. No reacciona porque no quiere reaccionar.

Ninguna autoridad del cuartel robado ha sido impuetada o sancionada. Ninguna ha perdido el cargo.Si el cuartel dependiera de su inexpugnabilidad estaríamos perdidos. Un asalto armadolo pondría de rodillas de inmediato.Si guardara secretor militares, estos estarían wen manos del público sin problemas. La guardia ha dejado de ser guardia. Ya no quedan sitios seguros.

El país va de mal en peor, gracias al gobierno. Y no hay esperanzas de cambio.

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